La temperatura
Miguel Guerrero
ediciones del hombre cohete
isbn: 978-84-617-4658-3
200 x 135 mm.
150 págs.
12 euros
Rosario Pérez Cabaña Un mundo trastornado y enfermo, que ya se podía intuir desde la cita
inicial de Debord. Una narración llena de sorpresas. Físicamente localizada de
un modo que se agradece (no siempre es fácil dibujar una trama en una ciudad
reconocible sin que chirríe, sin que malsuenen los nombres de las calles o los
acentos) porque el espacio es este y es ahora y es nunca o siempre. Otra
sorpresa: una historia con ecos distópicos de desesperanza local, rural, en la
que reconocemos lo apocalíptico y lo arcádico con idénticos niveles de belleza.
Otra sorpresa: el desenlace no solo de la trama sino también del discurso
escrito. Otra sorpresa: el ritmo vertiginoso de la trama en cada parte, dejando
incluso suspendidas, con osadía, historias cuyo cierre se queda en manos de la
sugerencia, en el olvido, ese ámbito pleno y confuso. Otra sorpresa, esta tal
vez más subjetiva: el paseo a través de referentes literarios; recordar a
Horacio Quiroga, a Bernhard, al Onetti de El Pozo..., percepciones personales,
guiños o influencias bien destiladas, no sé. Un placer entrar en este universo
que quiero pensar está aún apenas dicho. Quiero pensar, digo, por sumar a este
el placer aún mayor de esperar nuevas historias de esta mano. |
Manuel Jorqes Puig
Hay aquí, como ocurre en el otro libro de Miguel Guerrero (Pruebas de lo equivocados que estamos siempre) un texto impregnado de múltiples referencias literarias: Ballard, Matheson, Bellatín… son las que yo percibo, pero seguro que hay más. Se trata de una historia extraña, con personajes muy extraños que se desenvuelven en una extraña ruralidad y un entorno extraño; pura extrañeza de una distopía en la que el mundo sucumbe ante el calentamiento global y el consiguiente aumento de la temperatura, y donde el fuego cobra un protagonismo sorprendente. Diré, pues, que de nuevo Miguel me sorprende, esta vez en formato “nouvelle”, cuya extensión le permite recrearse en un ambiente que gradualmente crece en sofoco, sudoración y angustia. Pedazo de escritor.
Un antepasado del narrador se imaginó un planeta incandescente. Había leído algo sobre los xánticos, una secta o asociación oculta adoradora del sol cuya aspiración última era hacer de la Tierra un nuevo Sol. Obtuvo pocos datos más sobre la secta así que inventó, y dejó escrito en un extenso artículo, todo aquello que pudiera constituir el corpus de una institución creíble, o verosímil, y llega a escribir cómo consigue su objetivo final: un mundo de fuego.
Años
después se inició una lenta pero inexorable subida de las temperaturas. El
bienestar de las cosas, los animales y las personas se vio seriamente
perjudicado. La vida, como hasta entonces se había entendido, ya no podía
desarrollarse en unos parámetros adecuados para su subsistencia. La comarca fue
despoblándose, se convirtió en un erial de muerte y desolación. …y entonces
aparecieron los hombres de fuego, y el fuego arrasó los montes, las casas, los
jardines abandonados.
Es
posible que el lógico desarrollo de los acontecimientos acabara convirtiendo
este mundo en un planeta incandescente.
tenemos ejemplares disponibles para su venta mediante el siguiente procedimiento:
primero envíanos un EMAIL a hombrecohete@yahoo.es con tus datos personales (nombre completo, dirección, teléfono), el título y la cantidad de ejemplares que quieres. después ingresa su importe en la cuenta que te facilitaremos, introduciendo como concepto tu nombre y apellidos más el título del libro.
una vez tengamos constancia del ingreso recibirás tu pedido en un plazo de tres a cinco días hábiles.
No hay comentarios:
Publicar un comentario